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  • Foto del escritorSamanta Garcia

Tecnologías de lo no visible: Ruido e Imagen

Actualizado: 30 nov 2020



Asociamos el ruido con eso que está mal, lo que interfiere una señal, pero ¿Qué es señal y qué ruido? Cuando depuramos un mensaje de una señal, es decir, información del ruido deberíamos permitirnos la duda ¿Es acaso normal no escuchar o ver ruido? Me pregunto sobre el ruido como constructo cultural, en un marco donde las tecnologías le apuntan cada vez más a la eliminación del ruido para ofrecernos la ilusión de fidelidad políticamente correcta.


Es sorprendente entender como se ha desarrollado la visualidad desde lo digital, por ejemplo,en las cámaras de celular a partir de algoritmos. En los últimos cinco años han surgido tecnologías de distribución y producción como los algoritmos de fotografía computacional (1) que generan imágenes tales como selfies hechas con celulares, imágenes creadas con machine learning (2) o por bots. Estas tecnologías no necesitan de un sensor o lente para crear una imagen digital, sino de la eficacia de un algoritmo que filtre ruido (el desenfoque, la poca luz, el pixelado o la desestabilización)

a partir técnicas de manipulación y procesamiento de datos (tratamiento del rango dinámico, modelado de curvas o identificación de patrones) implementados en aparatos tan cotidianos como smartphones y laptops.


Estas tecnologías son un ejercicio del no ruido, una técnica de aparente neutralidad que apunta al consumo y la producción de imágenes a través de tecnologías autónomas y vigilantes, estás, las tecnologías del no ruido, capturan aún sin que se le pida, son programables (generalmente de código cerrado) tienen GPS, por tanto se localizan y operan a la par de redes sociales y grandes bases de datos, son verdaderas inteligencias artificiales enseñadas a mostrar lo que debe ser visto, gestionando a su vez lo invisible a ojos humanos. Sin darnos cuenta redireccionan, reemplazan, ajustan y dotan al artefacto de una suerte de cultura visual-sonora que adiestra ojo, mano y oído bajo jerarquías de tiempos, modos de ver y escuchar, para así, eliminar, depurar y segmentar.


Entiendo por tanto que el ruido en la imagen contemporánea no es solo un asunto de saturación y acumulación, sino de presencia fantasmal que alude al tratamiento de lo no visible, es decir, al ocultamiento de la superficie que las tecnologías actuales borran, aquel fondo que comprimen y aquel dato que extraen. El ruido refiere aquí a eso que se depura y al mismo tiempo congestiona, tanto así que no deja ver nada. Ruido e imagen son el escenario de los residuos que no alcanzamos a detectar pero están ahí, son el escombro cristalizado fuera de foco, está ahí, pero no lo vemos, y es justamente porque las tecnologías del no ruido lo ocultan, a menos de que tuviéramos el ojo algorítmico de una de las inteligencias artificiales de Google podríamos detectarlo.

Imagen 1: Imagen normal y encriptada. Tomada de los archivos de Snowden


¿Son acaso las imágenes ocultas de los archivos hacker ruido no visible? En el montaje de mis navegaciones uso material visual de los archivos de Snowden como ejemplo de la relación que guarda la imagen con el ruido, estas imágenes secretas que "no se debían mostrar" son archivos inclasificables de un ruido que oculta y vigila, un ruido político revelado igualmente por Julian Assange en wikileaks


Imagen 2: Navegación pública. Espacio Odeón Septiembre 2019.

Colectivo Perpetuum Mobile


A menudo nuestra experiencia de visualidad y sonoridad la negociamos con la interferencia, con eso que justamente está fuera del estándar, me refiero a ello, como aquel quehacer estético mediado culturalmente por dispositivos y formatos como el Mp3 y el HD que refuerzan ciertas formas de ver y escuchar. Paul Virilio en su libro Máquinas de visión (1988) nos habla de ese punto de vista que se produce gracias a la experiencia con la máquina, es decir, la capacidad que tenemos de producir imágenes mentales desde la perspectiva de un dispositivo, sea este un lente de ojo de pez, una imagen de rayos X o de una simple cámara de celular, sino fuera por la relación tan fuerte que guardamos con estos dispositivos no podríamos imaginar un punto de vista que no fuera a partir de nuestro cuerpo, de nuestra percepción humana ahora mediada por un ojo algorítmico que produce miles de imágenes

Es precisamente en está época donde las tecnologías del no ruido producen jerarquías dependiendo de la resolución, el contenido y la temporalidad de las imágenes, habitando así, un campo visual digno de ser distribuido y producido frente a otro que no. Al respecto encuentro relevante la definición de Hyto Steyerl (2014) acerca de la imagen pobre: “La imagen pobre es una copia en movimiento. Tiene mala calidad y resolución subestándar. Se deteriora al acelerarla. Es el fantasma de una imagen, una miniatura, una idea errante en distribución gratuita, viajando a presión en lentas conexiones digitales, comprimida, reproducida, ripeada, remezclada, copiada y pegada en otros canales de distribución”. (2014:33) La imagen pobre, al igual que el ruido, es la imagen marginada no digna de ser vista, está condenada al rechazo de la promesa abanderada por las tecnologías de punta, proveniene de lo mal operado u obsoleto. En este panorama el ruido siempre ha implicado una posición política frente a los sistemas de representación hegemónicos, pues tiene un valor simbólico que muchas veces difiere y se contrapone a estereotipos y estándares, no obstante, ese mismo valor simbólico, en parte, ha sido capturado por el capitalismo liquido y resulta hoy en día en una fuerte economía de datos, así los spam y las imágenes nunca vistas por un humano resultan mercado en alza respecto a las transacción de datos que se hacen en la red.


Mis días últimamente transcurren entre largas navegaciones como si se tratarán de un "deep listening" de la internet, sumergiéndome en el horizonte de mi escritorio y esperando a lo mejor, propiciar una suerte de intervención política de lo visual. Esas imágenes que se quedan en mis retinas y con las que voy a la cama después de horas de estar diseccionando el ciberespacio, me dejan atónita, con un sentimiento de abismo y al mismo tiempo una necesidad cosmo-erótica de verlas, modificaras, usarlas en mis montaje online

Video: Ejercicio de procesamiento de imagen con Pure Data.

Diarios de navegación: El extrañamiento que me hace volver a ese lugar

(2) Véase los estudios que utiliza Google en base a técnicas de fotografía computacional e incepcionismo para que una máquina de inteligencia artificial aprenda a identificar patrones y generar sus propias imágenes. https://ai.googleblog.com/2015/06/inceptionism-going-deeper-into-neural.html

(3) Se puede revisar este documento que explica la encriptación relativamente sencilla que se hacía de las imágenes de los bombardeos Israelíes en este link https://edwardsnowden.com/wp-content/uploads/2016/01/Anarchist-Training-mod5-Redacted-Compat.pdf



Este fragmento hace parte un texto publicado por la Universidad Distrital FJC en el marco del I Encuentro sobre la interdisciplinariedad en Música. Tuvo lugar en Bogotá, Colombia el 14 y 15 de 2019 en Bogotá Colombia

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Referencias y Bibliografía


Mitchell, W.J.T.(2003) Mostrando el ver: una crítica de la cultura visual. Estudios visuales, (1) 17-40

Marttin & Anthony (Ed). (2009) Ruido y Capitalismo. Recuperado en: http://www.mattin.org/ruido_capitalismo.pdf

Steyerl, H.,(2014), Los condenados de la pantalla, Buenos Aires:Caja Negra

Virilio, P. (1998) La máquina de la visión. Madrid, España: Cátedra

Zafra, R (2010) Un cuarto Propio Conectado. (Ciber )espacio y (auto) gestión del yo. Madrid, España: Fórcola

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